Los Claustros de Santo Domingo son unos claustros del Siglo XIII originariamente vinculados a la Iglesia de Santo Domingo y que pasó a uso civil tras la desamortización de Mendizábal en el Siglo XIX, y por tanto se gestiona de forma independiente y autónoma.
Constituye una de los joyas de arquitectura gótica de Andalucía y un espacio de uso cultural de primer orden en Jerez.
El origen de los claustros data de la fortificación almohade extramuros que el rey Alfonso X cedió a la orden dominica en 1.264.